La mirada arltiana fue el intertexto más fuerte de “La imagen fue un fusil llorando”, texto de Julio Molina, que integra el volumen “La carnicería argentina” (1) . La puesta en escena pone cuerpo a las imágenes poéticas generadas por la palabra, a través de un espacio ominoso, solitario. La cueva del escritor, ante la disyuntiva de narrar una muerte a los que están del otro lado: esos múltiples, indefinidos y anónimos lectores que consumen el diario.
Arlt, cronista policial, convivía a diario con asesinatos y otros crímenes espantosos. Pero esta vez era diferente: se trataba de ser testigo ocular de una ejecución pública, del pasaje de un hombre de la vida a la muerte, ordenado por un Estado que se arrogaba ese derecho. Esa “legalidad”, también está puesta en juego en el discurso arltiano, en cada detalle de una narración que se resiste a sí misma, entrecortada, lacónica. ¿Cómo documentar la barbarie legitimada? ¿Cómo arrancarse esas imágenes de la memoria? ¿Cómo seguir, luego de haber visto, para contar lo indecible?
La política y el teatro se entrecruzan una vez más: la ejecución como espectáculo público; Roberto Arlt que devendrá dramaturgo un año después, con la agrupación Teatro del Pueblo. La teatralización de Julio Molina, que nos hace revivir un hecho histórico, y a un dilema humano irresuelto y conmovedor.
Ficha técnica
Intérprete Gabriel Fernández
Vestuario Mercedes Arturo
Escenomontaje Mario Alfano
Fotografía Tatiana Sandoval
Diseño gráfico Santiago Franzani
Prensa Claudia Mac Auliffe
Area sonora Cecilia López-Manuel Sahores
Area visual Alejandro Le Roux-Ana Laura Urso-
Julio Molina
Iluminación Alejandro Le Roux
Operación técnica Lautaro Graciosi-Hernán Alcaraz
Asistente de dirección Ana Laura Urso
Dramaturgia y puesta en escena Julio Molina
Espacio Teatro del Pueblo
Lecturas recomendadas: Osvaldo Bayer: “Severino Di Giovanni. El idealista de la violencia”, 2009.
[1Volumen que reseñamos en www.territorioteatral.org.ar, Nº 2 (diciembre 2007)
No hay comentarios:
Publicar un comentario