Dramaturgia:
Maruja Bustamante
Intérpretes:
Bárbara Massó, Gonzalo Pastrana y Gael Policano Rossi
Vestuario:
Grupo Capicúa, Mónica Bellusci
Iluminación:
Rocío Caliri
Video:
Laura Castro
Fotografía:
Lucho Lomastro
Asistente
de producción: Lucas Sánchez
Asistente
de dirección: Nubecita Vargas
Producción:
Lucho Lomastro
Dirección:
Maruja BustamanteHay en la obra un aire a reconstrucción, pero no de un crimen, sino del misterio de toda relación amorosa. Una relación, cualquier relación, entre los géneros que se quiera. Su prometedora fase de inicio, la meseta de la concreción y la casi ineluctable ruptura final. Afortunadamente, Maruja Bustamante nos presenta los acontecimientos sin seguir este orden en la narrativa escénica, sino que, a modo de fragmentos de un mosaico que sólo un tercer personaje -una suerte de demiurgo, un conector- parece poder reconstruir y exhibir. Según la lógica del amor, la relación entre Cristal y Mateo, al tiempo que progresa, parece ir entibiándose y preanunciar la disolución.
Los
tres actores utilizan un modo de actuación presentativo,
dirigiéndose -la mayor parte del tiempo- frontalmente a los
espectadores, lo que resulta un gran desafío que resuelven con
solvencia. La composición de Bárbara Massó se destaca, por sus
propias características actorales, mediante la sutileza y los
matices que recorre en los cambiantes estados de ánimo que requiere
la construcción del personaje de Cristal, un profesionalismo que ya
apreciamos en Pollera-pantalón,
junto a Lucas Lagré.
Uno
de los componentes más interesantes de la puesta en escena es el
imaginario visual, entrecruzando la pintura, el collage y hasta el
rompecabezas, y que acompaña a la palabra, al gesto y al movimiento
sin ser literal. Imágenes que van surgiendo, del cuerpo de los
actores, y que se transforman, se tapan, en la gran hoja en blanco
del espacio escenográfico. Quizás como una metáfora de la
existencia, traduce en signos, formas, colores, los estados de ánimo,
los sueños, los temores, las imágenes poéticas del devenir,
cuando la palabra como sistema significane no alcanza a decirlo todo.
Como los poemas de Cristal, o los de la misteriosa, admirada y odiada
Floriana.
Dios
tenía algo guardado para nosotros,
evita los estereotipos del género, y lo trasciende. Indaga
sobre las disimetrías en toda relación humana en clave poética y
con fresco sentido del humor.
Lecturas recomendadas:
Fragmentos de un discurso amoroso, de Roland Barthes
El amor líquido, de Zygmunt Bauman